Creo que hay poca gente que esté libre de haber dicho Sí cuando en el fondo quería decir No.
Si en alguna ocasión realizas más trabajo del que puedes asumir por no decepcionar a tu jefe o compañeros o aceptas a más clientes de los que te permite tu agenda pensando que realmente te necesitan y no pueden esperar, no ocurre nada, ¿pero qué pasa cuando eso se convierte en algo habitual?
Te sorprendes quitándote horas de descanso y ocio necesario por hacer cosas por los demás; habiendo prestado dinero cuando tal vez no te lo puedas permitir; comprando algo que realmente no deseabas porque te lo recomienda tu madre; acompañando a un amigo a un lugar donde no deseabas ir; aceptando las peticiones poco razonables de tus hijos o seres queridos.
No es cuestión de no tener carácter, como algunos piensan; ni tampoco de no saber defenderse, como me comentan algunos de mis clientes, si no de no querer lidiar con los sentimientos que surgen después, especialmente la culpa, y ya no digamos de ‘su primo-hermano’ que viene a continuación: el rencor.
Precisamente para no tener que asumir esas emociones que podrían surgir, preferimos aceptar y ‘comernos’ nuestros sentimientos, que se acaban convirtiendo en una sustancia altamente tóxica para nuestro organismo y nuestra vida en general al provocarnos un enorme estrés.
Todo suele comenzar con una duda, es cuestión de segundos ¿Y si le digo que No y me rechaza? Seguido de un adelanto mental de las consecuencias ¿Y si luego me siento culpable por decir No? Para en menos de otro segundo decidir “Prefiero hacerlo y sacrificarme yo”. A continuación surgen los autorreproches “Dejo que abusen porque soy tonto” y finalmente el rencor oculto y subconsciente como reacción contra esa persona y contra ti por haberle dicho Sí.
Esta consecución de pensamientos terminan por automatizarse de tal manera que acabas diciendo Sí siempre incluso todas las veces que quieres decir No.
¿Qué puedo hacer en dos pasos?
En primer lugar necesitas salir del modo automático de respuesta. Mi colega Adele Wang encontró una sencilla manera, comenzó a responder a todo el mundo -Sí, ¡a todo el mundo!- la siguiente respuesta: “Gracias por pensar en mí para hacerlo, lo pensaré y te doy una respuesta”. De esta manera no se negaba en un principio porque todavía no estaba preparada pero sacaba a su mente del piloto automático del Sí.
En segundo lugar, es importante trabajar para estar bien con nosotros mismos y poder decir No convencidos y para ello, mi herramienta favorita de gestión emocional: el tapping. (Si no estás familiarizada con EFT-Tapping puedes ver aquí un vídeo con los pasos)
Algunas sugerencias y frases de tapping para estos aspectos del problema
Automatismo
A pesar de que automáticamente digo sí, me acepto completa y profundamente
Aunque por costumbre siento que siempre me piden las cosas a mi
Emociones de antes
A pesar de que tengo que contentar a todos
Aunque creo que es mi responsabilidad hacer felices a todos los que me rodean
Aunque quiero ayudar
A pesar de que no quiero ser egoísta
Aunque creo que de verdad me necesitan
Emociones de después. Consecuencias.
A pesar de que creo que no me hablará más
Aunque creo que voy a decepcionar a mi pareja
Emociones contradictorias
A pesar de que no quiero hacerlo pero tampoco me quiero sentir mal
Aunque no sé si es peor el remordimiento o la rabia
Aunque todavía no distingo si soy yo quien quiero decir Sí o es mi mente automática
Veces en la que lo has hecho. Conexión con infancia
Aunque todavía me pesa cuando le dije No a mi hermano
A pesar de que Mamá me decía que tenía que obedecer a los mayores
Autorreproches y autocompasión
A pesar de que parezco el tonto de la oficina
Aunque siempre me toca a mi pagar las cervezas
Ventajas de decir No
Esta es tu parte. Anota aquí las ventajas que tendría en tu vida si aprendieses a decir No, cuando realmente no deseas hacer una cosa. Y ponte a practicar desde hoy mismo.
Este artículo va acompañado de un ejercicio en vídeo, deberás estar suscrito a mi boletín para poderlo ver. Puedes suscribirte AQUI, es gratuito
¿Deseas usar o citar el artículo? Si deseas compartir con tus lectores el artículo o usar partes del mismo, aunque sean pequeñas, deberán estar entrecomilladas, citando siempre el nombre de Patricia Rómer como autora, junto a un link directo a www.patriciaromer.com |